Éste es mi momento. Vamos, salgamos a la luz.

domingo, 11 de noviembre de 2012

¿De verdad amor?


Ese fue uno de los episodios que ahora encuentro más confusos. Tu forma de besarme no fue romántica, ni siquiera insinuante. Me besaste de repente, sin que yo me diera cuenta, apenas me viste desprevenida, “atacaste”. Creo que el romanticismo nunca fue tu especialidad. Si vamos al caso, la mía tampoco. Supongo que por eso encajábamos tan bien. Yo soy tan romántica y sentimentalista como una roca, y a vos nunca te gustó mucho la idea de dar vueltas con cursiladas que nos avergonzaban a los dos.
Pero a veces me pregunto si esos arrebatos de pasión que teníamos, ya en los últimos tiempos, no eran lo que confundíamos con amor.
Perdón, había olvidado que esa palabra te asusta. ¿Lo confundíamos con “cariño”, “gusto”, “atracción”? esas palabras son demasiado superficiales, mientras que “amor” es demasiado grande para vos. ¿Cómo llamar ese sentimiento? A falta de una palabra mejor, prefiero llamarlo amor. Amor adolescente, no real. Amor del que todos viven en esta época, enamoramiento, embelez de los dos.

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